martes, 27 de julio de 2010

_tan_go_


Maldita sea la exuberante espera, el contoneo, el baile desigual de la cadera, el estirado cuello, malditos, malditos sean, los silentes y afilados dedos. Maldita su oscura estampa, maldito el vergel del tiento que perfila cuartos crecientes al mas fresco y acuoso lienzo.

No pongo notas sobre el clavo, acabó su roma punta engarzada a un grácil golpe... que libó mi aliento.
 


No puede mi corazón turbarse más
que con la sucia bocanada de tu imagen,
a fin de cuentas, no se corrió el gesto
al distraer los ojos con el trasero anónimo.
Empuja violento que la pared parará mi golpe
toma los tobillos y seduce mi oído.
Estornuda inquieta la última caricia sobre el recuerdo,
se prende la sombra de tu espalda al húmedo vaivén,
y froto la gana, entrecortando el imaginario espacio
que me escupes como una hostia en la mejilla.

miércoles, 7 de julio de 2010

_Absur-dos_

(PERDONÁDME LA TARDANZA, algún "gracioso" me robó todas las cuentas. Me ha costado recuperarlas pero aquí vuelvo, gracias por esperarme)
http://www.blogardulceblogar.com/wp-content/uploads/2009/02/rascalendario3.jpg


Tres de la mañana.

La bestialidad con que azota la cara la palabra
se me ha instalado bajo la lengua.
Nada es comparable a irritarse de dulzura.
El cielo de la boca se hace llaga
sin tener a bien el escupitajo,
la desazón y la escaramuza
que puebla de ironía la conversación.

Tres de la mañana y la lengua no se muere,
no vuela al precipicio ignoto de la garganta
ni se retuerce de dolor sin encontrar sílaba
que echarse a mis labios sabor lamento.

Malditos campos asentados de frases brotando
cogeré una hoz oxidada entre ternura y silenciaré la noche.



Seis de la mañana,
seis,
susúrrame ahora
sin tu voz
se deseca como páramo olvidado
mi torpe oído.