Perdóname cielo, la boca me quedó reseca. No es buen vocero el limbo rasgado y escuecen las penas cuando se distrae el corazón.
Giras los tímpanos disimulando inocencias absurdas y se te plaga de babosas la tarde mas espléndida.

No preocupes a las ramas,
batirán a duelo sino escuchan su caducidad.
Olvidaste untarlas de aceite con dulzura
y ahora sufren el inexistente otoño
como quien mastica una plaga.
Te repites en mi canto, inexorable,
mi dedo alargado de silencios a ti se cuelga.
batirán a duelo sino escuchan su caducidad.
Olvidaste untarlas de aceite con dulzura
y ahora sufren el inexistente otoño
como quien mastica una plaga.
Te repites en mi canto, inexorable,
mi dedo alargado de silencios a ti se cuelga.
Así muero cada vez que balanceas la estúpida pausa
y se entona la palabra
y arrebujo esperanzas mal doblabas por la gana
y sobre el ausente cuarto, en cuclillas,
rezo sobre la huella de prisa que dejaste.
No preocupes a las ramas, creo que al final no quedó árbol para cobijarnos.
2 comentarios:
Se te echó de menos. Excelente como siempre ^_^
!Qué bueno que estés de vuelta!
Un beso
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