lunes, 30 de agosto de 2010
_su_pongo_
miércoles, 11 de agosto de 2010
_míra_me

Mañana cuando despiertes, mirarás a ambos lados. Se colará el desafío y no encontrarás ningún reproche.
Malditos sean mil pares de veces los minutos que te tuve y no te desarmé a mordiscos hasta el aire. Malditas las esperanzas que, aún, juguetean en el cielo de mi boca como si te lamiese el costado del cuello, allí mismo donde se te derrumbaba la sangre.
Se pasean las mariposas y aletean. Míralas.
Apartaría del camino los silencios y te prestaría mi atención sin pestañeo.
Pero es tan tarde, tanto y tanto.
Los ojos se me cierran.
Es la daga que metía entre los dientes, para camelarte, un cruel disfraz de caza que me despierta con ansia a medianoche.
Cuando se me muera el desaliento; tampoco lo reconoceré, cuando sea temprano y tú consideres a bien lo oportuno; no iré tampoco.
no asesinaría al contraluz cada relente de sudor.
entonces respirar sería como un beso
y me partiría como una grácil flor a tu suave paso.
cargando mi corazón a la espalda y
peinando caminos con la punta de las uñas.
O eso me temí.
sigue agolpándome la sangre contra el cielo de la boca
pero el ahogo posible no lo tuve a cuenta.
miércoles, 4 de agosto de 2010
_si_lencio_
Para volverse roca no es necesario ni respirar, a veces sólo basta caerse de bruces contra una caricia y sentir que parece un golpe.
Es lo extraño de la noche que me sana estas ojeras. O lo de menos si echo en falta el bamboleo de tus sueños en mi izquierda.
Vete lejos que desnudaré mis piernas y reventaré las ganas que me toquen de frente.
Ve, ve lejos que en unas horas desnudaré mi escote altanero para la baba del fondo y no preguntes el por qué: porque no lo hay.
Es la resbalosa cara de calor o la mejilla sonrojada de las duda, o, el sentir, que aún late la mujer que nace dentro.
Quieto ve, vete más lejos. Aún me estoy encantando de conocer.